Ayer, jueves 11 de julio, quedamos, una vez más para cribar una de las composteras del Área de Canillas. Una vez más , pero nunca igual. Antes de salir de casa la pereza y el calor te invaden y tienes que hacer un esfuerzo para dejar la comodidad del sofá y el ventilador. Pero una vez allí, toda la desgana desaparece y las personas que nos encontramos para cribar el compost obtenido de la gestión responsable de las vecinas no paramos. Unas criban, otras meten el compost cribado en sacos, las que no meten en sacos el compost sin cribar para llevarlo a la zona habilitada por las vecinas para el cribado, o llevan los sacos de la materia sobrante al contenedor del estructurante… Pero no solo trabajamos, también charlamos y nos reímos mientras tomamos una rica limonada fresquita bajo la sombra de un árbol generoso que nos cobija. Y por fin, cada una se lleva a su casa el fruto de su esfuerzo, compost para sus jardineras, para sus huertos…
Además, en esta ocasión contamos con la ayuda inestimable de dos vecinos de San Fermín (Usera), que se acercaron para conocer el proyecto y de paso, hicieron ejercicio gratis y se llevaron compost de Hortaleza para su barrio.
Fue una tarde muy bonita.