A veces la vida te pone retos que ni tú te crees que puedes superarlos y ahí de pronto nos encontramos Mar y yo frente a unos micrófonos, con Javi al sonido y Carmen de apoyo, rodeados de unos niños espabilados y sus papás.
La ausencia de parte del equipo de titiriteras nos ha hecho agudizar el ingenio para no rechazar la invitación de colaborar en las Fiestas de de San Lorenzo, otro barrio de nuestra querida Hortaleza.
Y nuevamente los bichitos del compost conquistaron los corazones de los niños.
Dejamos los títeres esta vez descansado y nos presentamos con unos bonitos dibujos de Liz la lombriz, Mariola la bichobola, Arturo Tisanuro y Andrés mil pies.
La historia comenzaba asi:
Os vamos a contar una historia fantástica, parece mágica y tal vez lo sea, parece increíble pero es cierta….
Tal y como el guión pedía, los niños se metieron rápidamente en su papel y contestaron a todas nuestras preguntas para llegar al kit de la cuestión, ¿A quién le puede gustar las cáscaras de las frutas, con lo duras que muchas de ellas son?
Pues a quién va ser, a los protagonistas de esta historia…. como bien nos dijo Andrés, un niño que escucha muy atento.
Pedimos ayuda para llenar nuestra compostera infantil y no nos faltaron manos, todos los niños disfrutaron echando los restos de frutas, huesos de aguacate, chirimoya, cáscaras de nueces, de huevo, cartón y cerrando los ojos, lo cual nos ha costado un montón que todos lo hicieran, todo hay que decirlo, han dejado volar su imaginación, para ver como pasaban de repente 3 meses. Al abrirlos, se han encontrado con un montón de tierra que salia de la compostera, pero no una tierra corriente sino COMPOST!!!! , esa maravilla que los bichitos solitos, sin ayuda de nadie, consiguen ir transformando, muy despacio, los restos que nosotros desechamos , porque ya no sirven para nada, bueno eso es lo que creíamos, porque servir sirven para mucho, ya lo habéis visto….
Los niños han disfrutando de lo lindo, cribado al son del chipi chipi y cogiendo con sus manos el compost para llevarse una bolsita para enriquecer la tierra de sus plantas.
Estaréis de acuerdo con nosotros que esta historia parece mágica y tal vez lo sea, parece increíble pero es cierta…