Este fin de semana de finales de mayo, con el inicio del verano ya en ciernes, la Asociación de Compostaje Comunitario de Hortaleza junto con la Asociación del Pueblo, volvimos a celebrar una Jornada Sostenible en la antigua escuela de Hortaleza, sita en la Plaza Doctor Calvo Pérez s/n, con Mercadillo de 2ªMano, Taller de Compostaje y cribado.
Durante los días de la Jornada, así como en los días de preparación, las personas que conformamos la Asociación de Compostaje y dedicamos nuestro tiempo libre al desarrollo del proyecto nos surgen sentimientos encontrados debido a la incertidumbre que nos genera la salida a libre concurrencia la gestión de las 5 Áreas de Compostaje Comunitario de Hortaleza. Primero el sentimiento de indignación e impotencia, porque en momentos como los de la Jornada pensamos, ¿qué mal estamos haciendo? Es malo que l@s vecin@s puedan trasformar sus restos de «basura» en compost para sus plantas, huertos… de manera comunitaria, y que, como en esta Jornada, acudan familias que se acaban de mudar a Hortaleza de otros países en los que sí se composta y descubran un espacio como el que creamos y piensen, «CÓMO ME GUSTA ESTE BARRIO», o vecin@s composter@s de otros Distritos cómo las vecinas del huerto de la Dehesa de la Villa. Que hay de malo en que l@s vecin@s nos reunamos para cribar el compost en comunidad. En que l@s hij@s criben con sus padres y madres, y l@s abuel@s con l@s niet@s. Que hay de malo en pasar un buen rato hablando, haciendo ejercicio con l@s vecin@s que hasta entonces no conocías? ? Que hay de malo en hacer comunidad a través de un Mercadillo de 2ªMano en el que se da una 2ª vida a los objetos que ya no se usan. En la felicidad de l@s niñ@s que se llevan el tambor, la bicicleta, el muñeco, el scalextric,.. que antes donaron sus vecin@s.
Después, durante toda la Jornada, solamente emana un sentimiento de orgullo por haber sido y ser capaces durante tantos años de haber creado 5 espacios de encuentro, de resistencia a la deriva que nos sumerge el sistema en el que vivimos.
Cuando terminamos y recogemos, nos embarga un sentimiento de pena por no saber qué va a pasar. Porque nos queda la duda de si seremos capaces de resistir la embestida y que Hortaleza pueda seguir disfrutando de las Áreas de Compostaje no solamente como puntos de gestión de los restos orgánicos sino, sobre todo y ante todo, como espacios de lo común.
Pero cuando llegamos a casa, decimos: NO VAN A PODER CON NOSOTRAS, somos much@s, casi 400 familias implicadas en el compostaje y todo el tejido asociativo de Hortaleza, y los sentimientos que nos mueven son más fuertes y hacen que el mundo sea mejor.