ENCUENTRO DE ASOCIACIONES DISTRITO DE HORTALEZA (2/10/2021)

 Tras el lógico parón del año 2.020, y no sin bastantes “tiras y aflojas” del asociacionismo hortalino con la Junta Municipal, se consiguió celebrar la quinta edición de la Feria de Asociaciones en nuestro Distrito, aunque con una nueva denominación: Encuentro de Asociaciones. A nuestro juicio  una convocatoria precipitada y en consecuencia falta de la necesaria difusión e información al vecindario, lo que pudo originar una notable menor asistencia en relación a ediciones anteriores.

 La Asociación de Compostaje Comunitario de Hortaleza participó en el mencionado evento, cuya principal finalidad es dar a conocer al vecindario la labor que, tanto asociaciones como colectivos de diversa índole, desarrollan en el distrito, generando al mismo tiempo sinergias y  creando red colaborativa entre ellas.

 Gracias a Mar, Emilia, Cristina, Lola, Silvia, Javi, Gus, Alberto y Rufo conseguimos mantener nuestra mesa informativa durante toda la jornada, así como realizar dos sesiones de cribado del compost que trasladamos desde el área de la calle Arequipa, al ser esta la más próxima al parque de Alfredo Kraus, lugar donde se realizó la Feria.

 Siempre nos sorprende cómo los más pequeños disfrutan con la actividad del cribado y el interés que demuestran en esta tarea. Pero en esta ocasión ocurrió algo que me emocionó en un principio y que posteriormente  provocó  algunas reflexiones.

 Durante la operación de cribado observé como dos niñas de unos seis y diez años, junto a otro niño más pequeño aún, se afanaban en recoger el compost depositado sobre los plásticos extendidos en el suelo y que previamente habían hecho pasar por el tamiz; quedaba poca cantidad y noté que tenían dificultad para recoger con la paleta lo suficiente  para llenar las bolsas de papel, que previamente les había enseñado a confeccionar Cristina, Emilia o Mar. Me acerqué a ellos para ayudarles, indicándoles que podían recogerlo con las manos. Por la expresión de las caras de los dos más pequeños comprendí que no me estaban entendiendo. Fue la mayor quien me confirmó que sus hermanos no hablaban español aún y ante mi pregunta sobre su origen me contestó  “somos del Yemen”. Supongo que mi cara de sorpresa  le obligó a precisar “está en Asia”. Sin más, recogieron sus bolsitas de abono y se marcharon todo felices.

 Periódicamente los medios nos “machacan” con casos concretos de olas de refugiados -prefiero el término desplazados o exiliados- que se ven obligados a abandonar sus países de origen por distintos motivos: guerras, catástrofes más o menos naturales, persecuciones de todo tipo o hambrunas. Lo que se ha venido en denominar crisis migratorias que, cuando dejan de ser actualidad y se apagan los focos mediáticos, caen en el olvido.

 Casi nunca los noticieros analizan las causas de esas guerras, catástrofes o hambrunas que, en múltiples ocasiones, son el efecto de una inseguridad alimentaria y falta de recursos vitales para la vida; producidos con demasiada frecuencia por el cambio climático. El calentamiento global está directamente relacionado con las hambrunas y con los fenómenos climatológicos  que todo el planeta lleva soportando en las últimas décadas.

  Resulta paradójicamente trágico que tres pequeños yemeníes tengan que exiliarse hasta el “primer mundo” para aprender sobre cuidados medioambientales, siendo uno de los principales responsables de sus problemas, como realmente somos.

 Si no Reducimos nuestro consumo desmesurado, Reciclamos correctamente nuestros residuos para transformarlos en nuevos recursos y aprendemos a Reutilizar los obsoletos con un decidido y firme compromiso, tanto a nivel personal como colectivo, poca esperanza futura  se puede augurar a este planeta y a sus habitantes.

 Desde nuestra Asociación seguimos trabajando para intentar cambiar esa deriva. Actuando en lo local, pensando en global.

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