El Compostaje Comunitario de Hortaleza en la Universidad Complutense de Madrid

Mañana Jueves 28 de octubre de 2021, a las 16:00 horas, la Asociación Compostaje Comunitario de Hortaleza ha sido invitada a dar un seminario en el Instituto Pluridisciplinar, de la Universidad Complutense de Madrid, https://www.ucm.es/ip-1 . Nuestras compañeras Emilia Moruno y Rufino Gómez hablarán sobre «El compostaje de proximidad. Participación e implicación ciudadana hacia el residuo cero».

El seminario puede seguirse en línea a través del siguiente enlace: https://meet.google.com/gsc-kcsv-smw

PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL COMPOSTAJE COMUNITARIO DE HORTALEZA

Se observa en las Áreas de Compostaje Comunitario de Hortaleza ya en marcha, instaladas por el ayuntamiento a petición de un colectivo de personas en anteriores ediciones de los presupuestos participativos, que son lugares donde la CERCANÍA, en el más amplio sentido de la palabra, no solo es un beneficio para bajar los índices de contaminación y para acercar a los ciudadanos el lugar del vertido de estos desechos y la posibilidad de su reutilización, sin desplazarse largas distancia, sino que también son lugares que generan CERCANÍA entre las personas, generan comunidad. La participación y apoyo de los vecinos al proyecto piloto iniciado con anterioridad, nos está demostrando la sensibilidad de la población en general hacia los problemas medioambientales y un cariño por la tierra que ha sido heredado y que descubren como un lugar donde romper el
aislamiento, enrredarse y enrredar.


El proyecto ofrece diversas maneras de aportar tiempo, en la medida que cada uno decide cuánto y cómo lo aporta; encontrando entre todas propuestas y soluciones para su desarrollo y hacer frente a la erosión del medioambiente y el ecosistema que nos afecta directamente a las personas.
Las áreas están sirviendo de apoyo mutuo entre vecinas, además de potenciar, a través del ciclo que genera la reutilización de desechos, vínculos con otros colectivos de personas o iniciativas como son los huertos comunitarios, o los hogares de cada persona, a través de la reutilización del compost para plantas o jardines.


Valoramos en cuanto a perspectiva de género la colaboración con UDCs, que trabajan con personas en programas de inserción laboral, gran parte de ellas mujeres, para intentar paliar la feminización de la pobreza. Generamos así espacios de empoderamiento económico o nuevos espacios de relación para su apoyo personal.


A pesar de los esfuerzos sociales y educativos por incidir en el reparto de las tareas, evidentemente la recogida de residuos orgánicos en los hogares y su depósito en contenedores o en nuestras composteras forma parte de las tareas domésticas y sigue recayendo mayormente en las mujeres. Así, aunque en cada Área hay registradas un número determinado de familias se puede observar que hay un porcentaje de participación muy alto de mujeres de diversas edades. SI tenemos en cuenta, además, que
existe un índice muy elevado de mujeres mayores que viven solas en el distrito, así como el empobrecimiento con carácter femenino, podríamos decir que este proyecto puede impulsar y se puede constatar que ya está potenciando redes de apoyo, acompañamiento y conocimientos personales técnicos sin tener que alejarse mucho del hogar y sin quedarse en el aislamiento, a la vez que también genera encuentros entre familias diversas.


Con un poquito más de tiempo del que se tarda en echar los desechos a las composteras, las vecinas se reúnen para coordinar las Áreas, mantenerlas, regarlas y limpiarlas, plantar plantas en sus inmediaciones y conocerse, hablar con los vecinos que se acercan y que les suscita interés, generándose así vínculos de proximidad, en las que unas personas están conectadas con otras y van aprendiendo a desarrollar los objetivos del proyecto de manera lúdica, sin restar lugar ni valor al desarrollo del trabajo de las UDCs que es necesario para ir equilibrando las labores de mantenimiento, asegurando así la continuidad y futuro de proyecto de
manera compartida.


En el desarrollo de talleres al aire libre o momentos de recogida de compost y cribado, observamos que son espacios dónde los niños y niñas disfrutan en contacto con el compost, y conocen utensilios y formas de relacionarse con la naturaleza que hoy en día son difíciles de encontrar en nuestras ciudades. En estas actividades las familias heteronormativas, unifamiliares o monoparentales encuentran un lugar de esparcimiento y conexión con la naturaleza que generamos dentro de la ciudad, cerca de sus hogares, aprendiendo a convivir en colectivo. Diríamos, de forma simbólica, que empezamos a plantar semillas de reconexión con la naturaleza.


Las tareas de coordinación y gestión de las Áreas, así como la difusión a través de talleres dejan espacio también a las personas que quieren implicarse de manera más teórica. Es un proyecto que incluye a cualquier ciudadana sin distinción de clase, raza o sexo. Abre un espacio ante los problemas habituales de conciliación de tiempo, por la cercanía ya mencionada. El proceso por el cual compostadoras y compostadores, coordinadoras y coordinadores, en una suerte de relevos y reparto por áreasen el que a su vez van introduciendo y enseñando a las nuevos compostadores, da lugar a una formación de manera experiencial que
permite a las mujeres ir cogiendo habilidades para ocupar espacios de representación y gestión, en ocasiones vetados para ellas por conflictos con la conciliación, ya sea solas o acompañadas. La cercanía genera tiempos asequibles para conciliar las horas de trabajo y las de ocio. Salir a tirar los residuos es salir a dar un paseo.


El disponer de diferentes puntos cercanos de ubicación de las áreas, también da la oportunidad de elegir en cuál de ellas compostar por sentirse más a gusto o mejor acompañada. Creemos que esta posibilidad también
tiene un componente de protección autoreguladora en casos de conflicto por razón de género, a su vez consideramos que es una razón más que apoya la solicitud que hace la Asociación de Compostaje Comunitario de Hortaleza con el fin de acercar más las áreas a cada espacio de los barrios de nuestros distrito. Tener dos espacios a una distancia prudencial, sería nuestro objetivo final. Consideramos que si la vecindad tiene más opciones donde compostar se amplían, a su vez, las posibilidades de conseguir la
sostenibilidad y el cuidado de nuestro ecosistema a través del cuidado propio.

ENCUENTRO DE ASOCIACIONES DISTRITO DE HORTALEZA (2/10/2021)

 Tras el lógico parón del año 2.020, y no sin bastantes “tiras y aflojas” del asociacionismo hortalino con la Junta Municipal, se consiguió celebrar la quinta edición de la Feria de Asociaciones en nuestro Distrito, aunque con una nueva denominación: Encuentro de Asociaciones. A nuestro juicio  una convocatoria precipitada y en consecuencia falta de la necesaria difusión e información al vecindario, lo que pudo originar una notable menor asistencia en relación a ediciones anteriores.

 La Asociación de Compostaje Comunitario de Hortaleza participó en el mencionado evento, cuya principal finalidad es dar a conocer al vecindario la labor que, tanto asociaciones como colectivos de diversa índole, desarrollan en el distrito, generando al mismo tiempo sinergias y  creando red colaborativa entre ellas.

 Gracias a Mar, Emilia, Cristina, Lola, Silvia, Javi, Gus, Alberto y Rufo conseguimos mantener nuestra mesa informativa durante toda la jornada, así como realizar dos sesiones de cribado del compost que trasladamos desde el área de la calle Arequipa, al ser esta la más próxima al parque de Alfredo Kraus, lugar donde se realizó la Feria.

 Siempre nos sorprende cómo los más pequeños disfrutan con la actividad del cribado y el interés que demuestran en esta tarea. Pero en esta ocasión ocurrió algo que me emocionó en un principio y que posteriormente  provocó  algunas reflexiones.

 Durante la operación de cribado observé como dos niñas de unos seis y diez años, junto a otro niño más pequeño aún, se afanaban en recoger el compost depositado sobre los plásticos extendidos en el suelo y que previamente habían hecho pasar por el tamiz; quedaba poca cantidad y noté que tenían dificultad para recoger con la paleta lo suficiente  para llenar las bolsas de papel, que previamente les había enseñado a confeccionar Cristina, Emilia o Mar. Me acerqué a ellos para ayudarles, indicándoles que podían recogerlo con las manos. Por la expresión de las caras de los dos más pequeños comprendí que no me estaban entendiendo. Fue la mayor quien me confirmó que sus hermanos no hablaban español aún y ante mi pregunta sobre su origen me contestó  “somos del Yemen”. Supongo que mi cara de sorpresa  le obligó a precisar “está en Asia”. Sin más, recogieron sus bolsitas de abono y se marcharon todo felices.

 Periódicamente los medios nos “machacan” con casos concretos de olas de refugiados -prefiero el término desplazados o exiliados- que se ven obligados a abandonar sus países de origen por distintos motivos: guerras, catástrofes más o menos naturales, persecuciones de todo tipo o hambrunas. Lo que se ha venido en denominar crisis migratorias que, cuando dejan de ser actualidad y se apagan los focos mediáticos, caen en el olvido.

 Casi nunca los noticieros analizan las causas de esas guerras, catástrofes o hambrunas que, en múltiples ocasiones, son el efecto de una inseguridad alimentaria y falta de recursos vitales para la vida; producidos con demasiada frecuencia por el cambio climático. El calentamiento global está directamente relacionado con las hambrunas y con los fenómenos climatológicos  que todo el planeta lleva soportando en las últimas décadas.

  Resulta paradójicamente trágico que tres pequeños yemeníes tengan que exiliarse hasta el “primer mundo” para aprender sobre cuidados medioambientales, siendo uno de los principales responsables de sus problemas, como realmente somos.

 Si no Reducimos nuestro consumo desmesurado, Reciclamos correctamente nuestros residuos para transformarlos en nuevos recursos y aprendemos a Reutilizar los obsoletos con un decidido y firme compromiso, tanto a nivel personal como colectivo, poca esperanza futura  se puede augurar a este planeta y a sus habitantes.

 Desde nuestra Asociación seguimos trabajando para intentar cambiar esa deriva. Actuando en lo local, pensando en global.